Modalidad presencial
Reconecta contigo en un espacio donde lo no escuchado puede abrirse paso
La sesión de Escucha Biodinámica es un encuentro en presencia compartida donde la quietud, la atención plena y la escucha profunda crean un espacio seguro. Aquí todo lo que en otro momento no pudo ser visto o sentido encuentra la posibilidad de ser reconocido e integrado, sin prisa y sin juicio.
No se trata de comprender con la mente ni de buscar respuestas racionales, sino de abrirnos al nivel del sentir. Desde esa confianza en tu propia sabiduría, el proceso se despliega por sí mismo, generando calma, claridad y un movimiento natural hacia la sanación y la reconexión contigo mismo.
“Cuando compartimos presencia en la misma sala, el cuerpo y la quietud se convierten en guías. Lo que antes no pudo ser escuchado encuentra aquí un espacio seguro para desplegarse.”
“Cuando compartimos presencia en la misma sala, el cuerpo y la quietud se convierten en guías. Lo que antes no pudo ser escuchado encuentra aquí un espacio seguro para desplegarse.”
Respuestas antes de dar el paso
Cada proceso es único, pero hay inquietudes comunes que merece la pena aclarar.
Aquí te comparto algunas de ellas.
No es necesario. Algunas personas llegan con un tema muy concreto y encuentran claridad en una sola sesión; otras descubren que se abren nuevas puertas y deciden continuar. Cada proceso es único, y tú decides el ritmo.
La Escucha Biodinámica no busca aplicar técnicas ni dar soluciones desde fuera. Se basa en la presencia, la quietud y la confianza en tu propia sabiduría interna. Es un espacio sin juicio donde lo no escuchado puede emerger e integrarse, generando un movimiento natural hacia la calma y la sanación.
Al inicio vemos qué traes en ese momento y, según tu proceso, la sesión puede desarrollarse en camilla (siempre vestido, solo sin calzado), en movimiento o con diálogo. Se adapta a lo que emerge y a lo que tu cuerpo y tu ser necesitan expresar.
No hay un número fijo. Algunas personas sienten que con una sola sesión es suficiente; otras prefieren continuar pasado un tiempo. Puede ser al mes, a los seis meses o cuando notes que hay espacio en ti para seguir avanzando. La frecuencia siempre la decides tú.